Se coloca la carne, en un pedazo, sobre la cacerola con vinagre, vino blanco, sal y ajos muy picaditos; se le pone también manteca.

Se deja cocer al horno, o entre dos fuegos, hasta que esté tierna, dándole vueltas de vez en cuando.

Se cortan gruesos filetes, se les hacen unas rajas, sin dividirlos, y en ellas se introduce jamón, clavillo y ajos machacados.

Una vez preparada, se coloca en la cacerola con manteca y ajos; cuando está dorada se le agrega agua, una cabeza entera de ajos y una hoja de laurel, dejándola ablandarse.

Se dora bien la carne en una cacerola con manteca y ajos; luego se le agrega una hoja de laurel y una cabeza entera de ajos, dejándola hervir hasta que se ablande.

Entonces se saca una taza de salsa, se deja tostar un poco la carne, agregando después la salsa y unas patatas doradas.

Se le hacen a la carne unas rajas y se introduce en ellas clavillo, pimienta negra y ajo machacado con un polvo de canela. Con todo esto se unta la carne, y se le introducen también unos pedacitos de tocino de jamón en las rajas que se le hicieron.

Se cuece en la cacerola con manteca y vino blanco, hasta que se ablande y quede con poca salsa.

En una cacerola se pone a cocer la carne con agua, sal, especias finas, canela y cebolla; cuando está a medio cocer se le añade manteca, una cabeza de ajos, vino y aguardiente a proporción.

Estando a medio dorar la carne se le echan patatas pequeñitas enteras hasta que estén éstas cocidas y la carne dorada.

Se toma un buen trozo de carne, se deshuesa y mecha con tiras de tocino, perejil, cebolla picada, sal, pimienta y clavillo.

Se pone en una cazuela vino blanco, ajos picados muy menudos y cebollitas pequeñas enteras, rodajas de zanahoria, pimienta en grano y sal.

Sobre todo esto se coloca la carne, se deja así cinco o seis horas a fuego muy lento, con la cacerola bien tapada, sirviéndola cuando esté hecha.

Se parte en filetes, y puestos en una cacerola con manteca, se deja derretir ésta, se añade un buen puñado de harina, que se mueve y deshace con un poco de agua o caldo del cocido.

Se sazona con sal, pimienta, un manojito de perejil, y al ir a servirla, cuando esté tierna, se le pone un huevo batido con vinagre.

En bastante aceite frito se fríen también unos ajos, que se apartan. Entonces se pone allí un trozo de carne, dejándolo dorarse bien.

Después se le echan cascos grandes de cebolla y tomates partidos por la mitad, machacándole luego pimienta negra, canela y azafrán, deshaciendo el machacado con un poco de vinagre; se le agrega una hoja de laurel, dejándolo cocer, y si gusta, se le añaden patatas en pedazos o a la cucharilla.

Se pone aceite y manteca por partes iguales en una cacerola; se dora en esta grasa la carne, se pican ajos y perejil, echándole después tomate, y se deja freír.

Cuando esté frito éste se le añade agua, se sazona con, pimienta y canela, agregándole piñones machacados y enteros. Entonces se deja cocer hasta que se ablande, quedando con poquita salsa.

Se rehoga un pedazo de carne, que se aparta en un plato, y allí mismo se le ponen ajos, cebolla, perejil, aceite crudo, vinagre, sal, pimienta, clavo y canela. Se tiene con este aliño por espacio de tres horas, y luego se hace lonjas, que se enhuevan y envuelven en pan rallado para freírlas con este rebozado.

Para cada libra de carne se necesitan dos huevos batidos; una vez frita, se sirve rodeada de ramas de perejil y ruedas de limón.