Se toma un buen trozo de carne, se deshuesa y mecha con tiras de tocino, perejil, cebolla picada, sal, pimienta y clavillo.
Se pone en una cazuela vino blanco, ajos picados muy menudos y cebollitas pequeñas enteras, rodajas de zanahoria, pimienta en grano y sal.
Sobre todo esto se coloca la carne, se deja así cinco o seis horas a fuego muy lento, con la cacerola bien tapada, sirviéndola cuando esté hecha.