En una cacerola con pedacitos de tocino de jamón, se fríe cebolla muy picada, ajos, perejil, media hoja de laurel, un clavillo, un grano de pimienta negra y unas rajitas de limón.

Con esto se le da unas vueltas a la carne, y cuando está rehogada se le añade caldo del cocido, dejándola cocer hasta que esté tierna.

Entonces se le adicionan pedacitos de patatas, que se hacen cocer en el mismo caldo, y al servirlo se colocan en una fuente rodeado de cogollitos de lechuga, sazonados antes con aceite y vinagre.

Se pone en la cacerola aceite, friendo en él la carne cortada en lonchas, que se espolvorean de sal. Con la carne se fríe cebolla y ajos; luego se le pone un polvito de harina.

Cuando todo esté frito, antes que ésta tome color, se le añaden una o dos cucharadas de vinagre, se le agrega cilantro, un clavo y un pedacito de pimiento colorado seco; todo machacado, se deshace con agua, se vierte sobre la carne; se le adiciona agua, para que cueza, y en estando tierna, se sirve.

Poniendo de este modo la carne del cocido, o sobrante de otros platos, resulta muy bien.

En manteca de cerdo se fríe perejil, muy picado, con ajo y pan rallado, moviéndolo continuamente hasta que tome color. Entonces se sazona con pimienta y clavillo molidos; se le añade caldo del cocido, se agrega la carne, cortada en pequeños pedacitos, se deja hervir un poco, se le ponen unas gotas de zumo de limón, y se sirve.

Se hacen filetes, que se macean y espolvorean de sal, se enharinan poco y se fríen, colocándolos en una cacerola conforme se van sacando de la sartén. Se les pone, cuando están todos, un poquito del aceite de freírlos, se les echa agua, un tallo de cebolla y laurel, dejándolos cocer.

Cuando están cocidos, se les hace una salsa machacando azafrán y deshaciéndolo con un poco de vinagre; esto debe ponérseles al ir a servirlos.

Se cortan filetes gruesos, a los que, después de macearlos, se les hace unas rajas, donde se les introduce una pasta, compuesta de tocino muy picado y deshecho con pimienta negra molida, perejil, sal y ajos picados, muy menudos.

Cuando están todos preparados, se colocan en la cacerola con aceite muy caliente, dejando dorarse la carne. Luego se le cubre de agua para ablandarla, y cuando está tierna se deja reducir la salsa, se dora otro poco, y se sirve sólo con la grasa.

Se cortan filetes gruesos, que se golpean, y se les hace unas cortaduras; se espolvorean de pimienta y sal molidas; se les pone en ellas perejil picado y unos pedazos de tocino.

Luego se les ata un hilo, para que no se salga nada, se les coloca encuna cacerola con vino blanco, un poco de agua, unos palitos de canela y unos pedacitos de tocino, y si queda algo de sal y pimienta se le agrega también, si es preciso.

Se deja cocer hasta que esté tierna y quede en la grasa tan sólo, sirviéndola así.

Se cortan unos filetes, largos y estrechos, que se machacan un poco y espolvorean de sal, perejil y pimienta negra. Se dejan tomar del guiso y se envuelven en huevo batido y pan rallado para freírlos.

Se sirven secas o con la salsa que más guste.

Se hace pedazos la carne y se coloca en un puchero con dos o tres cebollas, unos clavillos, una cabeza de ajos entera, unas hojas de laurel, un vaso de vino blanco, perejil y una jícara de aceite. Estas cantidades por libra de carne.

Se pone a rehogar a fuego muy lento y se le da vueltas con frecuencia; cuidando de tapar el puchero con papel de estraza y encima la tapadera.

Se fríe un poco de aceite con un ajo, se agrega la carne; y estando dorada se pone en la cacerola con unos granos de pimienta negra, hojas de laurel, perejil en un manojito y se cubre de agua para que se ablande.

Cuando se va quedando en la grasa, se le añaden unas patatas fritas.

En manteca se fríe cebolla, que se saca luego; se marea en la grasa la carne; después se le pone agua, azafrán, pimienta y la cebolla frita, todo machacado.

Se deja cocer, y en estando blanda se le echan piñones tostados, que se machacan y deshacen con agrio de limón.