Se limpia y envuelve el pescado en una servilleta, colocándole luego en una besuguera con rejilla para cocerle con una abundante salsa que le bañe.
Esta salsa se hace poniendo por cada litro de agua un ramillete compuesto de perejil y tomillo, unas ruedas de zanahoria y cebolla, tres o cuatro cucharadas de vinagre, doce granos de pimienta y veinte gramos de sal gris.
Se deja la cacerola a fuego vivo, apartándola de la lumbre al primer hervor; se coloca a un lado de la hornilla para que no se enfríe, y se sirve muy caliente.