Se toman doscientos cincuenta gramos de mantequilla, ciento veinticinco de azúcar molida, doscientos cincuenta de harina y un huevo.
Con todo esto se forma una masa, que se extiende con el rodillo en una hoja plana y baja; se pone sobre ella una capa de albaricoques deshuesados y partidos por la mitad, colocándolos con el interior hacia arriba; se deja cocer en el horno por espacio de un cuarto de hora; y se sirve.
Puede hacerse también esta tarta poniéndole cerezas deshuesadas y partidas por la mitad o poniendo; en vez de fruta, una capa de compota o mermelada.