Se toma un pedazo de filete o cadera de ternera, el cual se recorta y prepara bien, poniéndole, por espacio de tres o cuatro horas, en un adobo compuesto de vino de Jerez, sal y pimienta.
En el momento de servirlo se echa en la sartén bastante manteca, y cuando la grasa está hirviendo se pone en ella el rosbif con todo su adobo. Hecho esto, se tapa, y a los tres o cuatro minutos se vuelve, se tapa de nuevo, y cuando el vino esté consumido, se sirve.