El punto de jarabe es cuando, echando unas gotas de almíbar en un plato limpio y haciendo con el dedo una raya sobre ellas, inclinando un poco el plato, se ve que el almíbar no se corre.
Punto de hebra es cuando mojando el dedo índice y el pulgar en agua fría, y tomando entre los
dos una gota de jarabe caliente, al separar los dedos forma como unos hilos.
Y, por último, punto de bola es cuando mojando el dedo índice de la mano derecha en agua fresca, y tomando con él un poco de almíbar de la cazuela, se introduce el dedo, inmediatamente, en agua fría, se ayuda con el pulgar, para formar dentro del agua una bolita de alguna consistencia, y no se saca la mano del líquido hasta que esté hecha dicha bola.