Se pone en una cacerola al fuego medio kilo de azúcar, un tazón de agua, canela en rama y cáscara de limón; se deja cocer hasta que esté en punto el almíbar.
Entonces se aparta, se le pone una cucharada de manteca de vaca, se mueve muy bien, se le echan, cuando esté un poco frío, catorce yemas de huevo muy batidas y, cuando se haya enfriado, se pone a cocer al horno la mezcla, dentro de un molde engrasado con mantequilla.