Se hace una mezcla con media libra de pan rallado muy fino, tres onzas de grasa de riñón de vaca partida en pedazos pequeñitos, un cuarterón de dulces secos de cidra y naranja en pedacitos, dos onzas de azúcar tamizada, ralladura de nuez moscada, raspaduras de limón, seis huevos, tres onzas de pasas de Corinto, otras tres de pasas sultanas y dos onzas de harina; disuelto todo con leche y coñac, hasta formar una pasta espesa.
Todo esto bien disuelto se pone, atado, dentro de una servilleta enharinada, dejándolo cocer por espacio de cuatro o cinco horas en un puchero con agua hirviendo, cuidando de que no pare de cocer y añadiéndole más agua cuando sea preciso.
Cuando esté cocido se sirve con una salsa hecha de un cuarterón de mantequilla, un poco de harina, azúcar, coñac, ralladura de limón, o si se prefiere, se le baña en buen ron y se le pega fuego al servirlo.