Se les saca el corazón y pepitas por abajo. Rellenándolas de azúcar el hueco que se les queda, se colocan en una fuente que resista el fuego, asándolas en el horno y sirviéndolas en la misma fuente.
También pueden ponerse mondadas, despojadas del corazón y semillas, y cortadas en ruedas, que se colocan también en la fuente, espolvoreadas de azúcar, y rociadas de ron, para asarlas de igual modo en el horno.