Cuando se aliñan solas sin mezcla alguna, se espolvorea la carne de sal molida, se toma un buen puñado de ajos machacados y se reparten bien por toda la carne, se amasa mucho ésta, espolvoreándola siempre con pimiento molido, se le va poniendo más sal y ajos machacados.
Si se comprende que lo precisan, y cuando tengan un color rojo subido, estando bien envuelta la mezcla; se le echa la sangre sobrante de las otras morcillas, se sigue amasando más y más para incorporar bien la mezcla, y entonces ésta quedará de un color rojo oscuro.
Hecho esto, se deja reposar un poco, y se toma luego en una sartencita una porción del picadillo, que se fríe y prueba, para ver si le falta algún aliño, en cuyo caso se le pone lo que sea preciso.