En una botella o frasco de vidrio, se echan sesenta gramos de cáscaras secas de naranja, con un litro de aguardiente común; se tapa muy bien y se expone al sol durante unas dos semanas, moviendo el recipiente todos los días, para que se mezcle bien.
Pasado este tiempo, se pone al fuego medio kilo de azúcar, en medio litro de agua; se deja tomar el punto de caramelo, y un poco frío, se mezcla con el aguardiente, saturado de esencia de cáscaras de naranja.