Se parte la carne, sin mojarla, en ruedas delgadas, que se machacan y ponen en un plato con zumo de limón, sal y pimienta colorada, dejándolas cuatro horas en esta salsa.
Para arreglarlo se pone en una cacerola bastante manteca y mucha cebolla; así que esté dorada la cebolla se echa con ella la carne, se cubre de agua caliente, dejándola cocer hasta que esté tierna y quede en la grasa.