Conforme a las instrucciones escritas en los paquetes que se venden con polvo de jalea o gelatina, se preparará medio litro de jalea de limón. Se cuela esta gelatina para añadirle en seguida taza y media de ruibarbo dulce, que estará cocido con unas gotas de colorante rojo, grosella, por ejemplo.
Hecho esto, se pone la mezcla en moldes pequeños, humedecidos con agua; se deja congelar para volcarlos al servirlos sobre rebanadas de piña, pudiendo servirlos con crema o sin ella, esto como se quiera.