Es una pasta exquisita, parecida al foie gras, al cual sustituye, a veces con ventaja.
Para prepararla, se lava perfectamente la mitad del hígado de un cerdo, cociéndolo hasta reducirlo a pasta. Después se limpian y cuecen los bofes enteros del cerdo, el corazón, la mitad de la cabeza, la papada y el estómago bien limpio.
Cuando todo esto esté bien cocido, se pica muy menudito, envolviéndolo con la pasta de hígado; se le agregan tres o cuatro cebollas, picadas muy finamente, cuatro chalotas, tres o cuatro dientes de ajo, algunas cáscaras de limón, un ramito de perejil, una cucharada de mejorana seca y deshecha, sal y pimienta, agregándole cuatro o cinco cucharadas del caldo donde han cocido las carnes del cerdo, y se mezcla todo muy bien.
Esta pasta se embute en los intestinos lisos del cerdo, cortando las tripas de medio metro de largas; se limpian mucho, y apretando bien la pasta en ellas, se pinchan y ponen en agua fría para cocerlas.
Se sirven después de cocidos y fríos, partidos en rodajas delgadas, como fiambre.
La pasta, antes de embutirla y sazonarla, ha de quedar muy fina, siendo este embutido muy popular y apreciado en Alemania.