Se cortan en trozos las piñas y se ponen en un jarabe ligero de azúcar, dándoles un rato de hervor. Hecho esto se retiran del fuego y ponen en una compotera, cubriéndolos de jarabe frío a treinta grados.
También se hace con esta fruta de otro modo, esto es: colocando los trozos de ananás en la compotera, cubriéndolos de azúcar molida y dejándolos algún tiempo en sitio fresco, hasta que se haya disuelto el azúcar, y añadiéndole una o dos copas de ron. Pasadas algunas horas puede servirse, resultando una mezcla apetitosa y agradable.