Para ocho huevos, bien batidos, se agrega un cuarterón de almendras molidas, con dos onzas de tocino cortado y desalado en agua fría, en la que habrá estado por espacio de seis a ocho horas.
Bien machacado el tocino y unido con las almendras y yemas, se le echa azúcar, al paladar, raspaduras de cáscara de limón o zumo de éste; poniendo la pasta bien mezclada en un molde engrasado con manteca.
Se cuece, en el horno suave, entre dos fuegos, y se espolvorea, al terminarla, con azúcar y canela.