Se toma carne magra y limpia de pellejos y gorduras; se coloca en un puchero con el agua que se crea precisa y cuando ésta está hirviendo. Además de la carne se pone un pedazo de gallina, cebolla blanca y un hueso de ternera de la rodilla.
Todo esto debe tenerse durante seis u ocho horas a fuego muy lento, y para servirse se cuela y quedará muy claro y transparente.