Se les corta la mitad del rabo y las puntas de las hojas; luego se les da en medio una cuchillada y se ponen a cocer, cubriéndolas con unas hojas de higuera para que no se pongan negras.
Cuando estén blandas se apartan y colocan en un baño, sin agua, poniéndolas unas hojas de higuera debajo de ellas y otras hojas encima, y además, se cubren con un mantel. Esto se hace para que no se pongan negras.
Se tienen asados unos pimientos colorados; se fríe en una sartén un poquito de tomate, luego se le echa un polvo de pimiento molido, se le da una vuelta en esto a los pimientos asados, se les machaca ajo, comino y miga de pan, deshaciéndolo con unas gotas de vinagre, y se vierte sobre el asadillo de los pimientos, dejándolos cocer un poquito con esta salsa.
Estando hecho, se le pone a cada berenjena, en la raja o abertura que se les hizo, una cucharada de este asadillo y se les cierra, pasándole a cada una un palito de hinojo para que no se les caiga el relleno.
Después se ponen en orzas u ollas de barro vidriado, cubriéndolas con el caldo del asadillo y añadiéndoles vinagre y agua, según el gusto. Para conservarlas mejor pueden cubrirse con una capa de aceite.