Áspic o salsa mayor

Martes, octubre 7th, 2014

Sin perjuicio de dar después varias fórmulas, en el transcurso de este libro, para la preparación de los áspics más corrientes, no queremos dejar de consignar el más superior y propio de la alta cocina, por lo selecto y costoso de sus componentes.

Como no debe prepararse en gran cantidad, porque dura poco, de la regla que vamos a dar puede rebajarse o aumentarse la proporción, según se necesite.

Para hacerla como es debido deben tenerse a mano los elementos que detallamos a continuación:

Media libra de cadera de ternera.
Media libra de jamón añejo.
Media perdiz.
Media gallina cebada.
Dos o tres patas de ave tostadas de antemano.
Una zanahoria y una cebolla de regular tamaño, un poco de caldo consumado, un ramito compuesto de perejil, laurel y tomillo, un huevo, media copa de Jerez, dos o tres cucharadas de vinagre, un poco de sal fina y, si gusta, alguna sazón, como clavillo y pimienta, molidos, aunque no es preciso nada de esto.

Las carnes se parten en pedacitos muy delgados, y éstas, con las patas de ave, cebolla, zanahorias, ramillete y unas cucharadas del caldo, se cuecen en una olla o cacerola bien tapada y a fuego suave hasta que la mezcla tome color, en cuyo momento se alarga con más caldo, que cubra todo el contenido de la olla o cacerola.

Entonces se espuma y sazona, dejándolo cocer, siempre a fuego muy lento, por espacio de tres horas o tres y media, hasta que se comprenda que las carnes han soltado todo su jugo.

Hecho esto, se aparta y cuela inmediatamente a través de una servilleta mojada, dejándolo enfriar para clarificarlo. El clarificado se hace con el huevo batido y mezclado con su cáscara triturada, el cual se pone en la salsa colada y desengrasada con el vino de Jerez y el vinagre.

Se acerca al fuego, moviéndolo continuamente para que el huevo no se cuaje de pronto, y apartándolo al ir a hervir.

En este momento se pone al lado de la hornilla, con un poco de fuego sobre la tapadera, aunque esto no es indispensable, y cuando el líquido esté claro y transparente se cuela de nuevo por la servilleta mojada en agua y bien escurrida.

Dejándolo enfriar se solidifica, pudiendo colocarlo en moldecitos si no se pone en uno mayor para cortarlo y moldearlo como más agrade.

Este aspic o gelatina, que difiere bastante de los que se hacen solamente con cola de pescado, es poco usado por lo caro que resulta, dando mucha vista a las galantinas y demás fiambres que suelen adornarse con él, siendo, además muy superior a los otros más corrientes.

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