Se limpia bien de grasa el lomo, se le hacen unas cortaduras y se coloca en una cacerola con bastante sal molida, orégano en polvo, ajos crudos machacados y una buena cantidad de pimentón, que es lo que mejor le conservarse le cubre de agua con vinagre.
Se tiene en este adobo por espacio de una semana, dándole vueltas diariamente, y pasado éste tiempo, se cuelga para escurrirlo, y así que se haya secado se mete en tripas de cerdo o en las telas de las mantecas.