Las aceitunas de verano que se endulzan y aliñan enteras se escogen cuando aún no han tomado color en el árbol.
Recién cogidas se ponen en una olla de barro con agua, sin mudar ésta hasta Abril o Mayo, época en que suelen estar dulces y en condiciones de guisarse.
Cuando han perdido el amargor, se les quita el agua en que han estado, se lavan muy bien en agua abundante y se colocan en una olla con hojas de laurel, ruedas de limón, pimiento molido, orégano, un poco de comino, muchos ajos machacados y vinagre, según la cantidad de aceitunas.
Se les pone la sal necesaria, se tienen así un poco, dándoles vueltas de vez en cuando, y luego se cubren de agua.