Los zorzales se preparan igual que los tordos, de quienes son próximos parientes.
Estos pajaritos, que tanto daño causan en los olivares, cuando se cazan en gran cantidad pueden escabecharse también, como las demás aves, para conservarlos en orzas.
Asados puede prepararse con ellos un bonito y suculento plato, ensartándolos en una varilla o alambre grueso, envueltos cada uno en una delgadísima hoja de tocino.
Para esto se pelan, vacían y limpian bien, y espolvoreados interior y exteriormente con sal fina, se van ensartando por medias docenas en la varilla, introduciéndoles ésta por entre la pata y el alón. Se saca después por el mismo sitio en el otro costado, sujetándoles bien la envuelta de tocino, de modo que cada uno parezca estar echado en su nido, y una vez hecho esto se atan para que no tengan movimiento, asándolos a fuego vivo, por espacio de veinte o veinticinco minutos.