En aceite se fríen ajos y tomates, echando luego trozos de pescados fuertes, tales como langostinos, chocos, langosta, almejas y calamares. Todo junto se rehoga bien con perejil picado, añadiendo cuando esté rehogado un poco de caldo o harina desleída con agua.
Así que todo esté cocido se agregan pescados más tiernos, como lenguado, merluza, pescadillas, sollo, etc., se deja cocer, sazonado de sal y pimienta, y se sirve en una fuente sobre rebanadas de pan frito.