El ácido salicílico puede emplearse en todos los métodos de conservas.
Lo mejor es deshacer el ácido cuando se destina a almíbares y confituras en ron o espíritu de vino, y echarle luego con el almíbar donde se han de cocer los dulces.
Para guardar el zumo de los frutos, se calcula medio gramo por cada kilo de zumo, y esta misma cantidad también para guardar frutas. Se hace una mermelada de las frutas que hayan de guardarse, y cuando están casi cocidas se les agrega el ácido.
Para guardar las frutas por capas de éstas y de azúcar, se pone el ácido salicílico en la última, mezclado con el azúcar. Para un kilo de fruta, medio de azúcar y medio gramo de ácido salicílico, seco y cristalizado. Así se evita la fermentación.