Para treinta y dos yemas, una libra de almendras molidas, una libra de azúcar tamizada y raspaduras de cáscara dé limón, al paladar.
Se baten bien las yemas con las almendras, y así qué estén bien mezcladas se les ponen dos huevos enteros; cuando esto también se mezcle, se le aumentan ocho claras de huevo muy batidas.
Después de bien incorporado todo, se echa la pasta en molde o cacerola, untados de manteca, y se cuece al horno, cómo todas.