Tomates secos

Viernes, octubre 10th, 2014

Sin pelarlos, se dividen en dos mitades, se espolvorean de sal y se extienden en tablas, que se colocan al sol, cubiertas con pedazos de tarlatana, para que las moscas no los ensucien. Por la noche se entran en casa, para que no se reblandezcan con el relente.

Una vez que estén bien secos, se guardan en orzas, puestas en sitio donde no haya humedad, en saquitos de papel o tela, colgados, o enristrados por medio de una aguja enhebrada en bramante, colgándolos como si fueran pimientos.

Esta conserva, de la cual se hace gran provisión en algunas provincias, entre otras Jaén, Albacete y la Mancha, se come frita, y también se usa para sazonar con ella distintas preparaciones, a las cuales comunica un especial sabor, que no tendrían con otra clase de tomates.

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