Esta sopa se prepara con fécula de arroz, y a falta de esto se cuece el arroz, en unión de un poco de apio, con agua y sal.
Cuando esté bien cocido y escurrido se pasa por un colador, se deshace con un caldo bueno y sustancioso, dejándolo no muy espeso. Al servirlo se le ponen unas yemas de huevo y se adorna con guisantes cocidos y arroz blanco cubano.