Se pican bien dos kilos de magro de cerdo por cada medio kilo de tocino fresco. Esta mezcla se sazona de sal, especias, unos dientes de ajo machacados, una cantidad pequeña de cilantro, pimiento molido dulce y algo de picante, poniendo el pimiento dulce en abundancia.
Así todo dispuesto y bien mezclado, se tiene hasta el día siguiente, y entonces se rellenan con ella unos intestinos de cerdo, que se atan de un largo aproximado a veinte centímetros. Hecho esto, se cuelga al humo, y antes que se sequen se les pone peso encima, para aplastarlas un poco.
Este embutido, cuando está fresco, se come asado, pero después se come cocido o crudo.