Se les quitan los pedúnculos o troncos, se lavan y sacuden bien, dentro del agua; después se escurren y secan, partiéndolas en pedacitos y salteándolas con aceite, a fuego vivo añadiéndoles luego perejil machacado con ajo, sal, pimienta y zumo de limón.
Así preparadas, se dejan cocer por espacio de veinte o treinta minutos, y entretanto se toman panecillos franceses o de Viena, de los conocidos con el nombre de alcachofas; se parten por en medio, a lo largo, se despojan de la miga, friéndolos un poco en aceite, sin llegar a tostarlos y hecho esto, se colocan en una fuente, poniendo en cada mitad una cucharada de las setas cocidas y vertiéndolas la salsa encima de éstas, se sirven.