En una cacerola se ponen cien gramos de manteca de vaca con quince gramos de perejil, picado y lavado, sal, pimienta, nuez moscada y un poco de cebolleta tierna picadita.
Todo esto se mueve hasta mezclarlo bien; después se le pone media cucharada de agraz o zumo de limón; se acerca la cazuela al fuego para ablandar la manteca, moviéndolo con la cuchara hasta que alcance la consistencia de nata espesa, estando entonces en disposición de usarse.