Se corta muy finamente cebolla, pepinillos, alcaparras, apio y perejil; todo esto se mezcla con tres o cuatro yemas de huevo duro, que se deshacen con un tenedor, y revolviéndolo bien en aceite fino batido con vinagre y un polvo de sal. Las claras de los huevos cocidos se cortan muy finamente en cuadraditos, que se mezclan y envuelven con la salsa, siendo ésta una de las más usuales para pescados y carnes fiambres que estén sin aderezar.
Si gusta, puede mezclarse a esta salsa un polvo de pimienta y pequeñísimos pedacitos de pimientos morrones asados.