Se toman dos kilos de lomo de cerdo y otros dos de contratapa de vaca, que se despojan de nervios y pedazos grasientos. Luego se parte todo en tiras, que se colocan en un barreño con bastante sal y pimienta en polvo, tapándolo bien para que no le dé el aire. Se preparan también, bien lavados, intestinos anchos de vaca, que se ponen en sal por dos días también.
Pasado este tiempo se pica la carne del salchichón como para albondiguillas, mezclándole medio kilo de tocino cortado en forma de dados y añadiéndole un puñadito de pimienta en grano.
Se amasa todo junto un buen rato, y se embute luego en los intestinos, apretándolo bien, pinchándolo mucho y atándolo de trecho en trecho, señalando trozos del tamaño que se quiera, y dejándole a cada uno, en un extremo, una lazada formada para colgarle y sacarle del baño o adobo. Éste se prepara con vino blanco, al que se le pone una parte de agua, tomillo, laurel, romero, orégano, hinojo, alcarabea y bastante sal.
En el adobo así preparado se tiene metido el salchichón por espacio de una semana, y al cabo de este tiempo se saca, se enjuga y cuelga en sitio seco y aireado, teniendo cuidado que no se toquen unos con otros.