En una tetera grande se ponen en infusión, por espacio de media hora, sesenta gramos de té verde y las cáscaras de dos limones, con un cuartillo de agua hirviendo.
Luego se echa en una cacerola un cuarto de kilo de azúcar molido y el zumo de los dos limones que se mondaron; se remueve bien, hasta que se derrita el azúcar; se añade bastante ron y el té de la tetera, calentándolo a fuego muy suave, sin que llegue a cocer, y poniéndolo después en la ponchera, se sirve, prendiéndole fuego.