Se asan unos pimientos, encarnados a ser posible, en cantidad de cuatro o seis, de regular tamaño.
Cuando los pimientos están muy limpios se apartan en un plato; luego se fríen ajos, un poco de cebolla, pimiento verde tierno, y unos tomates picados. Así que esto está frito, se le echa pimiento molido; luego el agua que sea necesaria y después el arroz que se quiera poner.
Al estar el arroz medio cocido se le añaden los pimientos asados, partidos en pedacitos, y cuando esté cocido el arroz, se sirve.