Para ocho huevos, catorce onzas de azúcar, doce de harina y un polvo de canela.
Se baten solas las claras; se les añade luego el azúcar; después las yemas y la harina. Cuando todo está muy mezclado, se pone a cucharadas en papeles, para cocerlos en el horno, espolvoreados con la canela.