En la mayoría de las casas, y sirviendo para el desayuno, la noche anterior se rebana el pan, cortándolo muy fino y dejando unas rebanadas mayores para las tostadas.
A la mañana siguiente se pone aceite en una sartén, o manteca de cerdo, que es mejor aún. Cuando la grasa está caliente se echan a freír las rebanadas mayores, dejándolas dorarse. Entonces se les pone un poco de sal, enseguida; un polvo de pimiento molido, y agua inmediatamente, para evitar que éste se queme. Si se quieren con pimientos secos o guindilla, se fríen éstos a la vez que las rebanadas o tostadas; y sin sacar nada de la sartén, se le echa la sal, el pimiento molido y agua.
Hecho esto, se añade el pan rebanado, y sobre él se riega un poco de agua, poniendo la espumadera bajo el chorro, para distribuirla bien por toda la superficie del pan. El agua debe ponerse en corta cantidad; la precisa solamente para humedecer algo las migas.
Se dejan éstas cocer un poco y se les da la vuelta, como si fuese una tortilla. Pasado un momento, se pican con la espumadera o cuchara de hierro, en la misma sartén, hasta dejarlas muy finas, sin que se aparte del lado de la lumbre la sartén al hacer esta operación.
También se hacen; poniendo a freír ajos con cáscara, en vez de rebanadas de pan, y en las matanzas, se ponen con abundancia de manteca de cerdo en rama, que se pica y derrite para freír ajos y guindillas que se sacan, como en las otras, antes de picar las migas; se echan en un plato, y sirven para comerlos con las migas. A estas migas, llamadas matanceras, se les pone bastante pimiento molido, un poquito picante, y se dejan, para comerlas, muy coloradas.
Además de servir las migas acompañadas de pimientos fritos, suelen ponerse de ordinario en los desayunos, colocadas en un plato, para comerlas mojadas con chocolate, y cuando en el plato de las migas se pone leche en cantidad, para que queden sueltecitas, se llaman migas canas, y resultan muy agradables, siendo éste un plato de consumo corriente entre los pastores.
De ordinario se comen con aceitunas, sardinas asadas o fritas, ajos asados, bacalao seco, uvas, torreznos, chorizo, lomo frito o cualquier otro aperitivo de mayor o menor categoría.
Así se hacen y comen las verdaderas migas extremeñas.