La mermelada no es otra cosa que la pasta que resulta de la fruta mezclada con el azúcar, a mayor grado de conservación.
Sea cualquiera la fruta, hay que tener especial cuidado de que esté en perfecto estado de madurez, y al poner la pasta en las vasijitas, platillos o tarros, deben secarse un poco al aire libre por espacio de tres o cuatro días. Si pasados éstos se observa que conserva algo de humedad en la superficie se enjuga con una servilleta o paño limpio.