Se prepara un cuartillo de caldo sustancioso, que, se deja enfriar, para desengrasarlo, quitándole luego la capa de grasa que se forma en la superficie.
Hecho esto, se pone en una cacerola con un vaso pequeño de vino blanco, un huevo partido, yema, cáscara y clara, unas ruedas de zanahoria, diez o doce hojas de cola de pescado y un poquito de azúcar quemado para dorarlo. Se acerca al fuego, procediendo a clarificarlo en la misma forma que un consomé.
Cuando esté clarificado se pone a enfriar en un molde o en la cacerola, para hacer de ello el uso que se crea más conveniente, adornando fiambres, etc., etc.