Se hace pedazos regulares la carne; que se echan en un puchero con dos o tres cebollas, una cabeza de ajos, sin pelar, un clavillo, dos hojas de laurel, un poco de orégano, un vaso de vino blanco, una rama de perejil y una jícara dé aceite por libra de carne.
Todo esto se rehoga a fuego lento, poniendo en la boca del puchero, como para todos los estofados, el papel de estraza y puchero con agua encima, para añadir de él si lo necesita.