Se pone un trozo de carne que pese dos libras en un barreño con agua fría para que se desangre; después se hace pedacitos, que se echan en una olla con unos trozos de cebolla; dos cabezas de ajos asados, dos hojas de laurel y una ramita de perejil, se le añade una taza de vino blanco, media de vinagre y media de aceite con cuatro granos de pimienta negra.
Se pone en la hornilla con fuego lento y tapando el puchero con otro más pequeño que contenga agua. Se deja cocer, y si no se ablandase con el caldo que tiene, se le añade agua del pucherito hasta conseguir, que quede tierna.
Una hora antes de servirla se le agregan unas patatas redonditas hechas con la cucharilla, se le machaca un ajo, azafrán y perejil, se le echa por encima, y se sirve cuando todo esté cocido.