Éstos no necesitan ningún líquido para su conservación, y su preparación consiste en elegirlos, a ser posible, de la clase llamada morrones, estando maduros y sin daño alguno.
Para quitarles la piel se tienen en el horno caliente por espacio de seis a ocho minutos; se pelan luego, y se les quita pezones y semillas, envasándolos en seco por capas y sin preparación ni aliño alguno, esterilizándolos después a la ebullición, por espacio de treinta minutos.