La carne de las patas y recortes de la langosta se pican juntamente con trufas y setas en cuadraditos muy finos, mezclándolo todo con una salsa alemana sazonada de pimienta de Cayena y bien reducida, echándola en un plafond para que se enfríe.
Cuando está fría la mezcla se hacen unas croquetas con pan rallado y huevo, en forma de chuletas, y al servirlas se fríen en manteca muy caliente, poniéndolas a escurrir sobre un paño.
Al ir a servirlas, se colocan en una fuente, alternadas éstas con las rebanadas de langosta cortadas de la cola, y poniendo también unas colas de cangrejo en el centro de la fuente, y una salsa alemana aparte, en la salsera. Resulta muy bien al áspic.