Se hace un poco de pasta de pan de bizcocho, y, al igual que ésta, se cuece en un molde bastante alto, o en una cacerola o flanero un poco alto.
Cuando está cocido, se levanta un pedacito de la tapa, y, ahuecándole con cuidado, se va sacando por aquel agujero un poco de miga.
Este hueco se rellena de compota de melocotón, de pera o de manzana, como se quiera. Se va poniendo una capa de compota y otra de la miga sacada del bizcocho al ahuecarle, hasta que esté llenito.
Se barniza, después de tapado, con mermelada espesa por todos sus lados y se adorna tirándole puñaditos de almendra machacada. Para terminar, se ponen sobre la tapa, formando círculo, unas rajas de melocotón o manzana, del dulce de la misma compota, alternando.
Al hacer el relleno de mermelada se apartan primero de ella, unas tajadas para adornarle, y otro poco se deshace muy bien, barnizando y rellenando el bizcocho con esto.
Para la parte de afuera hace más bonito la mermelada de melocotón.