Para cada dos tazas de arroz cocido, una de leche, una cucharada grande de queso y otra de miga de pan, ralladas las dos cosas; una cebollita, una cucharada de harina, otra de mantequilla y sal al paladar.
Se pone la leche al fuego; en seguida que rompa a cocer, añádase la harina, sal, mantequilla y cebolla, revolviéndolo bien. Se echa luego allí el arroz, y se tiene cociendo de nuevo unos minutos, colocando entonces esta mezcla en cacerola o fuente a propósito y resistente al horno; se espolvorea con el queso y pan rallados, dejándolo dorar a fuego suave, y cuando forme costra rosada, se sirve.