Para siete huevos, siete cascarones de aceite tostado y frío, una libra de azúcar y medio cuarto de arroba de harina de flor.
Primeramente se baten los huevos con el azúcar, después se les mezcla el aceite, poco a poco y sin dejarlo de batir, y en seguida se les va echando, despacio, la harina, amasándolo bien todo.
Cuando está muy trabajada la pasta se hacen los roscos, que se colocan en papeles, sobre latas, cociéndolos luego en el horno.