Se toma un lomo de vaca, que se enrolla y cubre con el sebo sobrante de su flor, atándolo fuertemente con bramante, formando anillos.
Luego se pone a asar con fuego fuerte y cubierto con un papel engrasado, que se ata por los extremos para que no se requeme el lomo. Se tiene asándole durante un par de horas, regándole con frecuencia con sebo de vaca derretido.
Cuando esté asado se aparta, y sin desatarle se trincha lo más finamente posible, saliendo al trincharle la cuerda, y se coloca en fuente ovalada con simetría, adornándole con patatas a la cucharilla y cocidas en agua con sal, mandando, aparte, en una salsera, el jugo que haya soltado el lomo al asarse y convenientemente desengrasado.