Se despluma el ave en seco, sin soflamarla, para no encoger la piel, y se le quita entero todo el pellejo de la pechuga, hasta el espinazo, cosiendo los agujeros que dejan los alones.
Hecho esto, se saca la carne de los dos lados de la pechuga, cortándolos en tiras largas. De igual modo, se corta un cuarto de kilo de ternera y un cuarterón de jamón, todo crudo, partiendo también en tiras largas unos huevos cocidos.
Cuando está todo preparado, se pone una capa de cada cosa sobre la piel, bien estirada; se sazona de sal fina y se le echa un poco de pimienta inglesa entre capa y capa. Al poner las capas sobre la piel se coloca primeramente una de pechuga, jamón y ternera, intercaladas; luego, otra de huevos, volviendo a las carnes alternadas, y así hasta acabar con todo.
Cuando se ha terminado, se cose, apretando bien y procurando darle la forma de la pechuga; se rehoga en manteca con cebolla, zanahoria, perejil y ajo, agregándole después que se rehogue un poco, un vaso de vino blanco y otro más pequeño de caldo del cocido, o agua si no lo hubiese, dejándolo cocer hasta que la pechuga esté tierna.
Entonces se aparta y trincha la pechuga, así que se enfríe, sirviéndola con, su salsa colada por encima.