Para servir estas empanadas a seis personas, se hace la masa con tres yemas de huevo, que se baten bien en una vasija; se les añade un polvo de sal fina y cuatro cucharadas de vino blanco, batiendo siempre.
Una vez batido, se le agregan dos cucharadas colmadas de harina, y una, también colmada, de manteca de cerdo. Todo esto se revuelve bien, añadiéndole poco a poco, otras ocho cucharadas colmadas de harina. Se trabaja y mezcla perfectamente, y cuando no se pegue a las manos, se forma una bola con la masa y se deja reposar, cubierta por un paño.
Entretanto se prepara el relleno, que puede hacerse con cualquier clase de carne cocida de antemano, sea vaca, cerdo, o aves, y un poco de jamón. El jamón y carnes se pican menudamente y en cantidad de doce cucharadas sin colmo; se pone, después este picadillo en la sartén a fuego suave, con una cucharada de vino blanco, media de manteca de cerdo, cuatro o cinco de agua, se sazona con sal y se deja cocer, un poco, moviéndolo de vez en cuando, hasta que se consuma el caldo y el picadillo quede jugoso.
Entonces se aparta la sartén del fuego y se va trabajando la masa en porciones sobre una tabla enharinada, adelgazándola con el rodillo hasta conseguir una hoja muy fina.
Sobre cada hoja de masa se amontona media cucharada del picadillo, se dobla y une bien por los bordes y se corta la empanada, poniendo sobre ella un vaso boca abajo y de modo que éste no cubra la masa por completo, sino hasta su mitad, para que la empanada forme semicírculo.
Cuando están hechas todas se fríen en abundante aceite, sirviéndolas en el momento de sacarlas de la sartén.