Se deslíen seis onzas de chocolate en dos cuartillos de leche, batiendo aparte catorce yemas y dos huevos enteros, con seis onzas de azúcar.
Cuando esto está bien mezclado, se le añade la leche con el chocolate, frío; se pone en un molde, bañado con azúcar quemada, y se cuece al baño maría, como los demás flanes.